Una publicación en Twitter se volvió tendencia en Japón al relatar la inesperada victoria de un joven delgado y encantador en un concurso de crossdressing (es decir, de trapitos) en su instituto. El evento, originalmente parte de una broma, tomó un giro sorprendente cuando el chico, ataviado con un blazer y una minifalda, se alzó con el primer lugar (generalmente nadie se tomaba en serio el concurso y no parecían chicas reales, pero este chico sí lo hizo).
La historia detalla que, como parte de una tradición anual, el ganador del concurso del chico más guapo besa al vencedor del concurso de crossdressing. En esta ocasión, el chico del crossdressing fue el protagonista, besando al ganador del concurso de chicos más guapos. La inusual escena provocó una reacción enérgica entre los estudiantes, generando un revuelo entre aquellos que presenciaron el evento.
Japón
La publicación en Twitter inspiró a otros usuarios a compartir sus propias experiencias de crossdressing como parte de bromas entre amigos durante la adolescencia. El fenómeno ganó popularidad en foros de comentarios, donde la comunidad otaku discutía abiertamente sus vivencias y tradiciones similares.
La historia del beso entre los ganadores del concurso de chicos más guapos y el de crossdressing llamó la atención particularmente de las fujoshi, mujeres fanáticas de historias de relaciones homosexuales en la cultura otaku. Este inusual giro en la narrativa ha avivado el interés y la imaginación de aquellas que disfrutan de las tramas románticas dentro de este género.
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