Soy sincero,
nunca he visto ninguna temporada de Castlevania, ni siquiera Castlevania Nocturno. Me da un poco de pena admitirlo, pero así es. Sin embargo, anoche, mientras compartía con un amigo, vi una escena de la segunda temporada, capítulo uno, que me dejó completamente fascinado. En esta escena, un personaje suelta su capa y, en un giro impactante, dos personajes lo apuñalan, solo para que él, con una rapidez impresionante, decapite a uno de ellos con su espada.
Fue como si un interruptor se encendiera dentro de mí, despertando el deseo de volver al mundo del anime. En un momento donde muchas nuevas producciones parecen estar bajando de calidad, Castlevania se presenta como una joya que merece ser explorada. La intensidad, la animación y la narrativa que se despliega en esa escena son un recordatorio de por qué me enamoré del anime en primer lugar.
Si tú, como yo, has estado buscando algo que reavive esa chispa, te animo a que le des una oportunidad a Castlevania. No solo es una serie visualmente impresionante, sino que también ofrece una historia profunda y personajes memorables. A veces, todo lo que necesitamos es una escena impactante para recordar por qué amamos el anime.
Comentarios
Publicar un comentario